Despierta tus sentidos
Hoy te propongo un ejercicio de introspección, de presencia.
Un ejercicio a implementar en el día a día para sentirnos cada vez más cerca de nuestra verdad, de nuestra verdadera esencia, de nuestra quietud.
Un ejercicio de observación, de escucha, de autocuidado y que requiere mucho mucho mucho amor propio.
Armonizar y despertar nuestros sentidos, bajar todas las sensaciones y emociones al cuerpo y VIVIR en nuestra piel, PRESENTES.
Podría hablar muchísimo sobre este tema, pero quiero exponerlo de manera breve y recomendando algunos Tips relacionados con los sentidos para poder tener un anclaje que nos traiga al presente cuando más NOS necesitemos, y además, que nos ayuden y a elevar nuestra energía, a volver al aquí y al ahora, y nos recuerden ser observadores de nuestros pensamientos y desapegarnos de ellos, aunque sea por un momento.
Vivimos estresados! Sin apenas darnos cuenta de todo aquello que captan nuestros sentidos.
Pasamos la mayor parte del tiempo en la mente, utilizando el intelecto, desechando cualquier información que nos da nuestro cuerpo en forma de sensaciones, dolores… y dejamos el cuerpo para después.
Para cuando tengamos tiempo, para cuando haya terminado aquella tarea, los “tengo que” y nos perdemos la sutileza de la vida, aquello que nos rodea y nos acaricia la piel.
¿Le prestas la atención a tu cuerpo que necesita a diario? ¿Lo cuidas? ¿Lo sientes? ¿Haces algo por el? ¿Lo estiras? ¿Lo masajeas? ¿Lo acaricias?
Realmente, hacernos cargo de nuestro cuerpo es el primer paso para vivir en paz. Porque La Paz solo se consigue haciéndonos cargo de nuestro cuerpo, en presencia.
Puedes sentir haciéndote estas preguntas que tu cuerpo está dormido, bloqueado, asustado, rígido o simplemente abandonado o rechazado.
Te recomiendo hacer las paces con el, despertarlo y honrarlo, descubrirlo, comenzando por poner la atención a los sentidos y obviando por un momento lo que te cuenta la mente.
Te invito a dejarte llevar por las sensaciones y estímulos que se producen al disfrutar la vida, al contemplarla, olerla, saborearla, sentirla, escucharla…
Es por medio de los sentidos donde nos conectamos con el recibir, con la vida!
Comienza a estar presente en ti, y respira profundamente, anclándote al presente, dando un paseo por la naturaleza, mirando el mar, una puesta de sol, o la salida del sol, una playa bonita con su arena blanca, una montaña, un árbol, un animal, la sonrisa de un bebé, tocando la arena, mirando un paisaje bonito, siente el olor del mar, la hierba fresquita, escucha el sonido de los pájaros, huele una flor, siente el olor del café en la mañana, la esencia de tu perfume…
Además de incluir en tu rutina, si está bien para ti, actividades que te ayuden a estar presente en tu cuerpo, como el yoga, meditación, pilates, baile… e incluso el masaje, que a través del tacto despierta muchas memorias corporales y ayuda a aliviar tensiones producidas por la mente rígida y controlador; te propongo crear en casa un espacio que te traiga a ti y te ancle a este momento, al de parar y sentir.
Un espacio donde tengas a mano todo lo necesario para despertar tus sentidos.
En la imagen que aparece en el post, dejo un ejemplo de mi “altar”.
Puedes tener plantas (en mi caso, por el feng shui, tengo cañas de bambú), que al mirarlas o olerlas te transporten al presente.
Puedes tener también alguna figura que identifique tu filosofía de vida.
Puedes poner un cuenco tibetano, y dejarte llevar por su sonido y su vibración.
Puedes tener aceites esenciales (hay diferentes aromas que ayudan a equilibrar los chakras) que te gusten. Y puedes o bien crear alguna bruma para poner un tu almohada, o ponértela por el cuerpo, o crear tu propio aceite de masaje para masajearte los pies antes de dormir o masajear alguna zona de tu cuerpo con cariño y amor, para sentir tu piel; también puedes ponerlos en un difusor de aromas para sentir su olor en tu casa o en tu habitación.
Puedes tener minerales o piedras que se caractericen contigo o que te ayuden a ti o a tus espacios a eliminar energía negativa, o cualquier otra cualidad que sientas que está bien para ti.
Puedes tener inciensos, velas aromáticas, e incluso un antifaz para, mientras meditas o te haces un masaje poder conectar con tu mundo interno mas fácil.
También, puedes poner mientras estás en casa tu playlist favorita con música que te eleve la vibra o necesites en ese momento y fundirte con ella a través del baile o del movimiento espontáneo del cuerpo.
Tener un espacio para ti, con solo mirarlo te hace recordarte que te necesitas. Y te invita a volver a ti.