Energía femenina y masculina. Meditación de equilibrio.
Actualizado: 4 dic 2020

Nosotros y nosotras, como seres, estamos compuestos por un ser femenino y un ser masculino que nada tienen que ver con la identidad sexual o con ser hombre o mujer.
La energía Femenina
La energía femenina es todo nuestro mundo interno y se vincula con la Voluntad. El propósito de vida, y la experiencia que desplego o creo para ser coherente con mi Ser. Se vincula con la madre y el linaje de mujeres, es una energía que me permite trabajar las relaciones, lo afectivo, la capacidad de nutrirme a mi mism@ y nutrir a otros. Cuando está integrada en mí me permite fluir con la vida, no pelear con lo que no puedo controlar. Reconocer la naturaleza cíclica de todo. Recibir y sentirme merecedora de lo que recibo. Estar conectad@ a mi intuición, a mi Divinidad y saber lo que necesito. Expresar mis emociones y mostrar mi vulnerabilidad. Conectar a mi intuición y actuar acorde con esa voz
La energía Masculina
La energía masculina se vincula con el padre y el linaje de hombres de tu familia. Está relacionada con el poder, entendido este último como la capacidad de crear los medios necesarios para que tu propósito de vida pueda plasmarse. Es el canal que permite la manifestación y la acción en el plano físico. Está relacionada con tu mundo laboral y profesional, con tu mundo exterior. Cuando esta energía está integrada en mí, me permite poner límites y decir No. Pasar a la acción, manifestando mis ideas. Parar la necesidad de ser valorad@ y reconocid@ por los demás. Aprender a confiar en otros. Transformar competitividad por cooperación. Ejecutar acciones conectadas a mi verdad y a mis necesidades más íntimas. Reconocer que no puedo hacer todo sol@.
Energía Femenina es
El aspecto interno de las cosas, ver mas allá. ES INTUICIÓN.
Lo abarca todo, no individualiza, no tiene limites
La unidad
Esta relacionada con los sentimientos, con la inspiración y busca trascender los limites del yo para conectarse con los demás.
Receptiva
Él potencial
La fuente de Inspiración
Energía de sanación
Pasión
Es energía sexual
Es energía que comprende
La energía femenina es el ser intuitivo, el aspecto profundo, sabio, el guía que todos llevamos dentro.
La energía femenina es receptiva, y de ese modo forma el canal a través del cual el Ser Supremo se comunica con nosotros.
Nuestra parte femenina habla con nosotros a través de impulsos nuestro sentido más visceral, o imágenes que surgen de un lugar muy profundo en nuestro interior. Cuando no escuchamos la voz de la intuición, la energía femenina se comunica con nosotros por medio de sueños, emociones o cambios.
Si sólo trabajo con mi energía Femenina…
Tengo un YO débil
Las cosas son demasiado para mi
Reacciono a la energía de los demás de forma extrema
Me resulta difícil decir NO y establecer limites claros
Me preocupo mas por los demás que por mi mism@
Soy fácilmente arrastrado por los estados de animo de los demás
Puedo profundizar en las emociones propias y ajenas, pero me pierdo en ellas
Tengo incapacidad de expresión emocional por la falta de un YO masculino
Por no haber un trabajo con la energía masculina en equilibrio no hay una expresión del Alma adecuada lo que resulta en tristeza, melancolía y depresión
¿Cómo potenciar tu energía femenina?
Recuerda que tienes una parte espontánea dentro de ti que has abandonado y se ha quedado enterrada entre tantas responsabilidades. Si escuchas a tu niño interior y juegas más con la vida, surgirán ideas apasionantes que fomentarán tu creatividad. Aparta, al menos durante el tiempo que necesitas para reinventarte, a esa adulta que se sacrifica, a esa mujer valiente dedicada a salvar a los demás y céntrate más en ti, en lo que necesitas y en lo que quieres. Intenta rebajar tu nivel de responsabilidad y juega más con la vida y con las cosas. Deja espacio al ocio y olvida las preocupaciones, diviértete, concédete un tiempo para aparcar los problemas y retomarlos más adelante, date permiso para darte un respiro y deja que fluya la imaginación y la creatividad en ti.
Suelta el control, no intentes tenerlo todo controlado. Deja espacio en tu vida a las oportunidades y permanece atenta a la llegada de la serendipia. Si no sueltas el control, no vas a poder ver lo que se presenta ante ti cada día y no fluirá tu imaginación y tu creatividad.
Energía Masculina es
Es el aspecto que se enfoca exteriormente
Crea y da forma
Es acción, lograr cosas, proyectos
Crea la individualidad
Nos separa de la totalidad para ponernos de pie solos y ser un individuo especifico
Es el “YO”
Es hacer realidad los sueños, llevarlos a cabo
Es protección
El aspecto masculino actúa en este mundo. Nos permite hacer cosas, construir, hablar, mover el cuerpo. Cuando lo femenino es receptivo, las energías masculinas se sientes seguras, activas y expresivas.
Es lo masculino lo que hace posible la realización de las ideas, la transformación del pensamiento en forma material.
Si sólo trabajo con mi energía Masculina…
Hay demasiado enfoque en el mundo externo
Demasiada necesidad de ser reconocido y valorado por los demás
Se esta separado de la energía del alma que es la que nos dice que es lo que realmente necesitamos
Se es conducido por la inseguridad y se busca manejar esta forzándose a cumplir estándares externos
Por falta del norte del alma, de la energía femenina, busco el norte afuera
Se busca una sensación externa de seguridad volviéndonos competitivos y controladores
Alta dependencia de cómo actúan los demás
Ego tenso, ansioso, impaciente
Miedo a rendirse a lo desestructurado, miedo a soltar el control
Neuróticamente ocupados todo el tiempo, necesitan orden y planeación
Piensan mucho y se preocupan mucho
problemas económicos
Por ejemplo:
Si trabajo solo con mi energía Femenina: ” Yo sol@ no puedo, ¿seré soy capaz?”
Si estoy ante un problema y trabajo solo con mi energía Masculina: “es que no se puede confiar en nadie, Yo tengo que hacer todo.”
Si trabajo con mi energía Masculina y Femenino de forma armónica: “¿Que debo aprender de esta situación?” “Ahora a seguir hacia adelante.”
Es imprescindible estar alineados con ambas energías. Sin introspección no puedes saber quién eres, qué quieres, ni qué dirección tomar. Sin acción te quedas en la pasividad de dejar la vida pasar esperando a que ocurra “eso”. Necesitas ir a por ello para que ocurra. Muchas veces nos movemos en la polaridad. Tenemos demasiada presencia de energía femenina o masculina.
Cuando se va hacia la polaridad la energía se tergiversa, comenzamos a vivir el lado sombrío o con obstáculos de esa energía.
La conciencia nos permite traer la polaridad al centro, es decir, si veo que tengo mucha energía masculina comienzo a trabajar con los valores femeninos que me ayuden a integrar y a armonizar mi energía masculina, y viceversa.
Para estar conectadod con nuestras verdades profundas necesitamos espacio y tiempo. Tener una práctica de meditación diaria o de contacto con el ser interior fortalece tu intuición y la conexión con el mundo interno.
Cuando armonizamos las dos energías en nosotr@s sucede la manifestación de aquello que queremos con fluidez, conectado a nuestra intuición y a nuestra verdad. Nos alineamos con nuestro propósito superior y somos coherentes con él, abrimos los canales y los medios necesarios para desarrollarlo.
Dejamos de actuar en base a lo que otros esperan, paramos la ansiedad, la super productividad, la competitividad. Dejamos de identificarnos con el “pobre de mí” “no voy a poder con esto sol@” “la vida es difícil”, etc.
Somos conscientes de nuestra presencia única, nos sabemos creadoras y creadores de la realidad desde nuestra Consciencia, caminamos con valentía hacia la vida, diciendo Sí a lo que queremos y necesitamos. Nos abrimos a la Energía creadora y fecundadora que esta presente en mí, en ti y en todo lo que existe.
Meditación De Equilibrio básico
El equilibrio es necesario en todas las áreas de la vida. El interior y el exterior siempre deben estar en equilibrio para vivir en armonía. El equilibrio es fundamental en un mundo dominado por la dualidad.
Se trata de alcanzar un término medio entre dos extremos. Este término medio no es un punto estático, ni un momento o lugar exactos, porque, de ser así, sería muy estresante mantenerlo en el tiempo. Alcanzar un término medio significa mantener un fluir beneficioso entre dos energías diferentes.
Para cada persona consiste en un proceso y un resultado diferentes.
Puedes ser una persona que da mucho a los demás amor, tiempo, regalos materiales..., pero si no sabes recibir esos mismos dones de las demás personas, habrá un desequilibrio en ti.
Si eres alguien que da mucho, pero sientes que no recibes en la misma medida, debes volver a plantearte este intercambio dentro de los términos del equilibrio. Es decir, debes encontrar tu término medio entre lo que das y lo que recibes.
Existen personas, en cambio, que reciben mucho más de lo que dan. Esto tampoco es correcto, dado que también viven en desequilibrio y tendrán que buscar su término medio.
El desequilibrio persiste cuando das mucho y no te permites recibir. De esta manera, no solo te estás perjudicando a ti misma, sino también a la otra persona, ya que no dejas que encuentre su punto de equilibrio en el dar y recibir en la relación contigo.
Con este ejemplo, es fácil entender la importancia de tener equilibrio en todas las áreas de la vida, porque el hecho de no tenerlo también perjudica el equilibrio de las personas que están a nuestro alrededor.
Empezamos:
Respira profundamente con los ojos cerrados.
Al inspirar, mantén el aire en los pulmones mientras cuentas hasta tres; acto seguido lo sueltas lentamente... Siente cómo se va relajando todo tu cuerpo.
Haz una respiración más de la misma forma y termina de relajar aquellas zonas del cuerpo que todavía estén tensas.
Toma nota: ¿cuál es la zona corporal que más ha tardado en relajarse? Una vez localizada, ya sabes cuál es la parte que menos fluye cuando no estás en equilibrio.
Imagínate caminando despacio por la arena de una playa y disfrutando de ese paseo. Frente a ti se abren dos caminos: uno hacia la derecha y otro hacia la izquierda. Justo en medio de la bifurcación se encuentra una balanza energética, hecha de energía, del color que escojas.
Obsérvala.
Pide a la balanza que te muestre el equilibrio de tus energías: «Balanza, muéstrame si hay equilibrio entre mis energías, masculina y femenina».
A partir de este momento, pueden pasar tres cosas: 1. que la balanza se incline más hacia la derecha; 2. que se incline más hacia la izquierda;
3. que se quede en equilibrio.
Obsérvala y mira cómo oscila hasta que se detenga por completo.
Si tu balanza está en equilibrio, da las gracias y, poco a poco, respirando pausadamente, puedes salir de la meditación.
Si tu balanza ha bajado más hacia la derecha, como si tuviera más carga en el lado derecho, tu energía masculina está más activa que la femenina.
Si este es tu caso y tu balanza está ladeada hacia la derecha, te propongo que te coloques delante de los dos caminos y camines hacia el lado contrario, es decir, hacia la izquierda, visualizando que siempre tienes a tu lado la balanza energética mientras caminas.
A cada paso que das por el camino de la izquierda, vas añadiendo peso en tu plato izquierdo de la balanza.
Mientras caminas, siente cómo se moviliza en ti la energía.
Estás en el camino de la izquierda, el de la energía femenina, siente tu feminidad, tu amor, tu dulzura, tu compasión...
Evoca en tu mente todos aquellos atributos que caracterizan la energía femenina.
Ve observando también cómo tu balanza se va equilibrando mientras caminas.
Continúa hasta alcanzar el equilibrio, y espera sintiendo todas estas cualidades femeninas.
Por otro lado, si tu balanza ha bajado más hacia la izquierda, como si tuviera más carga en ese plato, tu energía femenina está más activa que la masculina.
Si este es tu caso y tu balanza está ladeada hacia la izquierda, te propongo que te coloques delante de los dos caminos y camines hacia el lado contrario, es decir, hacia la derecha, visualizando siempre a tu lado la balanza energética mientras caminas.
A cada paso que das por el camino de la derecha, vas añadiendo peso en tu plato derecho de la balanza.
Mientras caminas, siente cómo se moviliza en ti la energía.
Estás en el camino de la derecha, el de la energía masculina, siente tu capacidad de resolución, tu sencillez, tu pragmatismo...
Evoca en tu mente todos aquellos atributos que caracterizan la energía masculina.
Mientras caminas, tus energías se irán equilibrando.
En ambas situaciones, el resultado es conseguir que ambos platos de la balanza estén equilibrados. Una vez alcanzado este punto, visualiza un botón parecido a los que se utilizan en los concursos de la tele, justo a la altura de tu balanza.
Uno, dos, tres. Pulsa el botón, y siente ese equilibrio energético en ti.
Al contar hasta tres y apretar el botón, la balanza se quedará fija en ese instante de equilibrio.
Ahora, sujeta la balanza energética entre las manos y date la vuelta, mirando hacia el inicio del camino.
Observa cómo los dos caminos se unen en uno solo. Recorre ese camino único hasta llegar al principio.
Cuando hayas llegado al principio, apoya la balanza en el suelo y observa cómo el camino y la balanza se funden formando una bola de luz.
Recoge esa bola de luz energética con las manos y apóyala suavemente en tu corazón. Te ayudará a mantenerte en tu término medio, equilibrada.
Siéntete agradecida por la experiencia vivida durante esta meditación.
Y con esta nueva energía resultante del equilibrio entre tus energías masculina y femenina, realiza varias respiraciones normales para integrarla en ti poco a poco. A tu ritmo y cuando lo sientas, abre los ojos y sigue las respiraciones conscientes con ellos abiertos.